sábado, 31 de julio de 2010

006 Comunicado de prensa


Comunicado de prensa:

La Sede UIS Bucarica
De la Universidad Industrial de Santander
Y el Colectivo Plástico “Por Ahora”

Invitan a la muestra:
Anatomía Compartida
Relatos, Dolor y Goce

Con la participación de la artista norteamericana
Yara Ferreira Clüver
The Boob Book

Texto y Guión Curatorial del maestro
Adolfo Cifuentes


Apoyo en gestión
CASA BRETÓN
Corporación artística y cultural

Inauguración y conversatorio
1 de septiembre de 2010
6:30 pm

Sala Macaregua, Sede UIS Bucarica
Bucaramanga Colombia

005 MAMÍFERO INCOMPLETO

MAMÍFERO INCOMPLETO

La revelación llegó a mi mientras miraba el libro de artista The Boob Book (El libro de las Tetas) de la artista fotógrafa Yara Ferreira Cluver: los especímenes de género masculino de todas las especies de mamíferos están desprovistos del rasgo distintivo que nos define biológicamente: las glándulas mamarias ¡Quedamos fuera, fuimos ignorados a la hora de definir el elemento de base que conformaría la categoría! ¡Quedé tan devastado por esa revelación que durante varias noches no pude dormir! Una mezcla compleja de reflexiones, compuesta por el tejido de varias redes de teorías se entremezclaba en mi sentimiento de aprehensión. Freud, claro está, primero que todo, y su famoso “Complejo de Castración”: ¿no eran las mujeres las que debían sufrir de una especie de “complejo de incompletud”, por no tener sus órganos reproductores visibles y externos, colgando, fuera de sus cuerpos, en la parte inferior de sus torsos??
Pero si este “complejo de incompletud” constituyera en realidad la raíz de todo un rasgo definitorio de género, nuestro “problema”, nuestra “castración” sería incomparablemente mayor, ya que estaríamos desprovistos del rasgo de identidad que nos ubica en el orden mismo de lo viviente. Ser un mamífero sin glándulas mamarias constituiría una contraposición de términos del tipo “ser bajito pero alto”, o “flaco pero gordo”. Pero no fue solamente ese contrasentido taxonómico y lógico lo que me incomodaba: era también la evidencia de unos pezones en el medio de mi pecho que ahora se revelaban como totalmente inútiles: los machos de la especie humana, parte de esa gran familia de los mamíferos, además de estar desprovistos de glándulas mamarias, tenemos unos pezones que constituirían tal vez los remanentes, las huellas de unas glándulas que algunas vez tuviéramos y que nos hubieran sido quitadas… ¿se trataría tal vez de algún castigo, algo así como el de la expulsión de algún primigenio paraíso?
O se trata quizás de alguna parodia, o de un mal chiste: ¿en la evidencia de estos dos pezones inútiles no se resaltaría aún más nuestro desamparo y nuestro cercenamiento de es glándula primordial? Pero otras dudas biológicas también me asaltaban: ¿somos los machos de la especie humana los únicos que sufrimos la presencia de esta falsa promesa, de unas glándulas mamarias inexistentes? ¿Fueron los machos de otras especies de mamíferos también víctimas de esta incongruencia?? Y ¿cómo voy a hacer yo, habitante de ciudad, no-biólogo ni naturalista para realizar esta búsqueda? ¿mirar con más atención los especiales de Animal Planet? ¿frecuentar incansablemente circos y zoológicos para comprobar si los machos tigres, leones, elefantes o rinocerontes los tienen, o están desprovistos de ellos? Tal vez esa pequeña tarea de investigación logre ayudarme a disipar algunas de las confusiones que me atormentan en la triste evidencia de nuestra incompletud!

Pero hay otras incertidumbres aún mayor que me quitan el sueño: estaría yo, como el gran Dr. Freud encontrando la raíz perdida de algún profundo y viejo atavismo, ya no sólo perteneciente al orden de la psicología sino, aún más profundamente, al de nuestra más profunda condición biológica? ¡Constituiría un descubrimiento aún más revelador y crucial que el de Darwin! Un auténtico revuelco epistemológico, perteneciente a la profunda condición de toda una categoría biológica!!! No se escondería en ese trágico “complejo del mamífero incompleto”, que acabo YO de descubrir, el secreto del profundo instinto de violencia que aqueja a los machos de la mayoría de especies pertenecientes a este orden mamífero? ¿No revelaría MÍ “complejo de incompletud” una auténtica clave, un eje trascendental de análisis, un común denominador para estudiar el comportamiento de un enorme, importantísimo y prestigioso grupo biológico??!! ¡La sola posibilidad de ser el protagonista de un revolcón epistemológico de tan grandes proporciones es ya una razón poderosa para quitarle el sueño a cualquiera!

Adolfo Cifuentes, Bloomington, Indiana, USA, Noviembre de 2009.